La mujer-pájaro observó
el brindis a su salud,
o quizás era en su memoria,
que más da...
Mientras,
Sócrates y el minotauro conversaban
o quizás rivalizaban,
que más da...
La mujer-pájaro sólo contemplaba,
subida en su pedestal corintio de alabastro y jaspe.
Cuánto tiempo permanecería en esta posición.
Emprendería el vuelo... ,
que más da...
Mientras,
posada en el pequeño diámetro
del cero al infinito,
curioseaba el teatro de la escena
de madero en rollo,
inmutable,
impasible,
hastiada quizás... ,
que más da...
Viviría la escena de alimañas ilimitables
o volaría a otro tiempo
una asustada mujer-pájaro,
que más da...
Nadie lo sabe,
ni siquiera ella misma,
¡¡¡bella mujer-pájaro... !!!
de “Cabeza de Güevo”
por Lotario © 2006
Imagen: Serie del Minotauro
por Picasso
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